Si tenés un emprendimiento:
«tenés que publicar en tus redes sociales»,
«tu Instagram tiene que estar impecable para que destaques,
pero que no destaques mucho, para destacar más»
Y mientras tanto:
la presión en modo consumidor final
con impuestos para todos,
porque hay que vender más,
para más gente,
más rápido,
y todo es más.
Y mientras tanto corré,
de los emails a los materiales;
de los pagos a las fotos,
de las fotos a tu web;
y ni si se te ocurra decir «no sé».
Y no «mientras tanto» sino «al mismo tiempo»:
ser mujer, ser esposo, ser madre, ser padre, ser empleada
y todo en modo «somos perfectos»;
porque si sos emprendedor
es lo mínimo que podés hacer: «ser perfecto».
Y entonces, a media mañana, ir al baño preguntándose:
«¿y si hubiera una puerta
con luces fluorescentes
indicando la salida de emergencia?»
Suerte que los buenos baños
tienen notas con recordatorios
pegadas en el espejo…