La semana pasada había creado unos posa tazas de punch needle que me encantaron, así que le pedí a Tincho que me hiciera un bastidor de madera para poder sujetar mejor la tela. Quedó de lujo y fue por eso que estuve medio desaparecida haciendo posa tazas nuevos. Obvio, me olvidé de sacar fotos (como social media soy excelente astronauta 😁)
Los últimos días transcurrieron con muchas corridas, reabasteciendo los artículos que se fueron agotando y creando unos bellos paquetitos de sticker que ahora, forman parte de la tienda
Ah! y algo super bonito que me pasó en estos días fue un descubrimiento musical.
Resulta que nos fuimos con Tommy (mi hijito de 6 años) a comprar la tela que usaría luego en el bastidor que Tincho preparó.
Cuando bajábamos las escaleras mecánicas, empezamos a escuchar una música bellísima. Tommy abrió los ojos como platos porque a la aventura de viajar en subte, teníamos que sumarle ese sonido.
Nos encontramos con Santiago Sanchez Montealegre…
¿Sabías que «Oblivion», es una palabra anglosajona que significa olvido? yo no lo sabía.
Escuchando atentamente a estos tremendos músicos, llegué a la conclusión de que: definitivamente, si el olvido tuviese música, sonaría como Oblivion en las manos de Santiago.
Pero la cosa no terminó ahí, porque entré en una espiral de escuchar versiones y versiones de Oblivion (en piano, en violin, en guitarra, varias de tríos, en orquestas, bandoneones, etc. etc.).
Hasta encontré que Horacio Ferrer le puso letra. Que bella forma de describir al olvido:
Él es Oblivion, fe del jamás y el no,
fe brutal de olvidar por la eternidad.
Él es Oblivion, ley de la ingratitud,
hechicero astral.
Matón de la desmemoria
y el sin recuerdos es Oblivion rey.
Es como en un pozo de pasión enterrar
que florece al sangrar
los enigmas del corazón.
Luz degollada de un tiempo tan feliz
hoy Oblivion vas a borrarme a mí.
Él, reto agotador, vuelve a cero igual
lo real, lo mejor, lo fatal.
Él te hipnotiza con dolorosa miel
del ausente amor,
para ultimar, ebrio, amargo y vil,
el sagrado ayer, Oblivion rey.
Hoy Oblivion vas a borrarme a mí.
Y la versión que cantó en el 2011 Guillermo Fernandez, es una verdadera joya:
Ahora, mientras escribo esto, sigo escuchando Oblivion y ¿ves?, se me olvidó que más te estaba por contar… mirá todo lo que puede hacer un viaje en subte.
Que tengas bella semana!
Te felicito me traslada a otro mundo.